Era de la información o sociedad del conocimiento, así se habla de nuestra época en que el conocimiento dirige la vida de la sociedad en todos sus aspectos; a su vez el conocimiento universal se difunde por vías rápidas y accesibles. Los recursos necesarios son idiomas y computación. En ésta clase utilizaremos el blog para abrir mayores posibilidades de enseñanza y aprendizaje

La UNAM hoy

UNAM:
RECONOCIMIENTO Y NECESIDADES
Por quinto año consecutivo, la Uni­versidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se ubicó dentro de las mejores 200 universidades del planeta, de acuerdo con el listado que ela­bora anualmente el suplemento especiali­zado The Times Higher Education Supple-ment. Así, la máxima casa de estudios del país se coloca en el lugar 150 -el primero de Iberoamérica-, por encima de importan­tes universidades del llamado primer mundo como la de Amsterdam, en Holanda; las de Florida y Notre Dame, en Estados Unidos; la Queen Mary, en Inglaterra, y la de Kobe, en Japón.
La posición obtenida esta vez por la UNAM en la clasificación reviste especial mérito -la institución logró recuperar en tan sólo un año más de 40 posiciones con res­pecto a 2007, cuando fueron modificados los criterios de evaluación— y viene a confirmar a escala internacional el valor que esa casa de estudios posee en el ámbito interno: además de formar a millones de profesionistas, la máxima casa de estudios realiza aportes in-valuables a la vida nacional; posee una im­portante presencia, prestigio y fuerza moral en el país, y funge como formadora de pro­minentes cuadros en los ámbitos científico.
académico, cultural, humanístico, político, periodístico y empresarial.
Es pertinente, pues, ponderar el valor de este reconocimiento a la universidad, sobre todo en un momento en el que, como conse­cuencia de los descalabros sufridos reciente­mente por la economía mundial y de la acti­tud irresponsable e incauta de las autoridades federales, la Cámara de Diputados ha pedido al Ejecutivo federal la relaboración del Pre­supuesto de Egresos de la Federación 2009.
De acuerdo con el presidente del Senado, Gustavo Madero, la nueva propuesta de pa­quete económico pudiera sufrir recortes equivalentes a 50 mil millones de pesos, y no resulta descabellado suponer que los rubros castigados pudieran ser, precisamente, aque­llos que constituyen las fuentes de recursos de la máxima casa de estudios: educación su- • perior, educación media superior, posgrados y cultura. Tal perspectiva tendería a agravar la situación presupuestaria que enfrenta la UNAM, de por sí castigada en el paquete presupuestario enviado hace un mes por el gobierno calderonista a San Lázaro, situa­ción que inclusive orilló al rector José Narro a-solicitar, ante la Cámara de Diputados, un monto adicional de 950 millones de pesos.
El gobierno eaWeronista ha demostrado
que, al margen de los discursos y de las ac­ciones cosméticas, la educación pública no-es una de sus prioridades: así lo apunta la alianza política de jacto que mantiene con la cúpula que controla el magisterio -y cuya co-; rrupción y patrimonialismo son lastres fun-j damentales para el desarrollo de la enseñanza pública-, y la implementación de políticas como la Alianza por la Calidad de la Educa-^ cióh, que atenta contra la certidumbre laboral de la planta docente nacional, propicia situa­ciones conflictivas como la que se vive en Morelos, y genera muestras de repudio enj todo el país. 1 Ante tal circunstancia, recae en los legis- '•• ladores la responsabilidad de evitar que se dé un recorte al gasto de la educación pública en general, y de la UNAM en particular. Cabe esperar, en suma, que éstos actúen con sen­satez y visión de país, y que no sólo atiendan la petición lanzada el pasado jueves por el académico Miguel León Portilla ("que se re­corte de donde sea, pero nunca a la educa­ción"), sino que procuren, además, destinar a la máxima casa de estudios una partida pre­supuestaria que corresponda con sus logros a escala nacional e internacional, y darle, con ello, la importancia y el reconocimiento que se merece.

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